Diferencia entre la sal y el sodio
La sal es una sustancia cristalina blanca, soluble en agua. En realidad, está compuesta en su mayor parte de cloruro sódico.
La sal se extrae del agua de mar o de minas de sal de las profundidades de la tierra.
Tiene múltiples usos como condimento para las comidas, conservación de las carnes y pescados. Se utiliza en la industria farmacéutica, en la industria alimentaria, en cosméticos…
La mayor utilización de la sal es en la industria.
La sal se ha utilizado durante siglos como conservador de alimentos y en tiempos de los romanos era tan importante que se utilizaba como moneda de cambio.
Antiguamente no había refrigerador y el elemento más utilizado para conservar los alimentos era la sal.
Los inicios del refrigerador son en 1800 para fabricar hielo.
Desde 1920 se empieza a normalizar el uso de los refrigeradores en los hogares americanos. En España llegaría un poco más tarde, sobre 1950.
El sodio es uno de los elementos químicos que se encuentra en la sal.
El sodio en sí no es malo para nuestro organismo. Al contrario, lo necesitamos para vivir.
El sodio es malo para personas que tienen que vigilar su tensión arterial alta.
La sal de mesa y la mayoría de las sales marinas contienen aproximadamente un 40% de sodio.
Una cucharadita de sal de mesa contiene 2,300 mg de sodio.
Una persona adulta sana se aconseja que su ingesta diaria sea de 2,300 mg de sodio por día.
Por el contrario, una persona adulta que sufra de presión arterial alta no debería consumir más de 1,500 mg de sodio por día.
¿Qué es sal baja en sodio?
En España desde el año 2011 que se reguló la sal marina baja en sodio con el Real Decreto 1634/2011.
La sal obtenida según marca este Real Decreto indica que el contenido mínimo de cloruro sódico sea del 94%.
Para ello tiene que ser sal marina extraída con procedimientos naturales por la acción del viento y del sol.
La sal en las salinas debe ser recogida a mano y sin la adición de ningún ingrediente.
En Biosales podemos garantizar que nuestra sal marina es baja en sodio pues cumple todos los requisitos que marca la ley.
Además nuestra sal marina del Mediterráneo tiene certificado ecológico, certificada por Intereco.